Mira, sabemos que después de más de un año en que lo máximo que nos poníamos eran sneakers, estas sandalias son una bendición: cómodas, pero con ese toque femenino comfy, de ir guapas pero casual y súper cómodas. Me entendéis, ¿verdad? Son de estas sandalias que te puedes poner con un vestido fresquito o unos pantalones, y llegar a la playa y sentir el suelo blandito, el calor, y saber que estás de vacaciones, sentir esa satisfacción de poder desconectar del trabajo y disfrutar de todo tu tiempo con tus normas.
Y satisfacción también de saber que estás haciendo algo bien por el planeta y que quedan muchos veranos para disfrutar en un mar con menos residuos por ti, porque has decidido apoyarnos en nuestro proyecto de hacer del mundo un lugar un poquito mejor.